Estarás extrañada
porque, me conoces bien, y habrás pensado que no me he despedido de ti como tú esperabas;
nada más lejos de mi intención he esperado a hoy, cuando hace una semana que los alumnos dejaron el Colegio,
cuando el Centro permanece en silencio, cuando se han terminado los regalos de
despedida, las frases corteses, los abrazos, los eventos programados a los que
no suelo asistir y hasta los besos de Judas… que de todo hay en este nuestro
Colegio. Ahora es el momento cuando todo ha pasado.
No voy a hablar de
lo buena maestra que eres, eso ya lo hacen y han hecho tus alumnos desde el 1
de septiembre de 2003; no voy a hablar del vacío que dejas entre tus
compañeros, ya te lo hemos dicho por activa y por pasiva; no voy a hablar de tu
entrega, te lo hemos reconocido muchas veces; no voy a hacer referencia a tus
aportaciones para las distintas actividades del Centro, también te hemos
felicitado por ello muchas veces… Yo quiero saber a quién le voy a ceder el
turno de la máquina de café el próximo 1 de septiembre de 2014, quiero saber
quién me mirará y se reirá conmigo el próximo 4 de octubre cuando suene “Paquito
el Chocolatero” y los demás no entiendan lo que está pasando; quiero saber
quién pintará el próximo mural en las paredes del Colegio… Me acordaré de ti
cada vez que entre en la “Capilla Mercedina”, me acordaré de ti todos los días
cuando entre al Colegio y vea tus murales y sobre todo… cuando ocurra algo “raro”
en el Centro y no estés tú para contárselo a tu madre y que ella te dé su
impresión de lo ocurrido, por cierto, siempre acertada…
Se feliz en tu nuevo destino y en tu nueva vida, te lo mereces y sobre todo, sé tú misma porque eres irrepetible. No renuncies a los principios que siempre has seguido y que en palabras de Ulpiano, el famoso jurista romano, son: “Honeste vivere, naeminem laedere et jus sum cique tribuere”; “Vivir honestamente, no dañar al otro y dar a cada quien lo que le corresponde”, esa es tu esencia, esa eres tú querida amiga.
Se feliz en tu nuevo destino y en tu nueva vida, te lo mereces y sobre todo, sé tú misma porque eres irrepetible. No renuncies a los principios que siempre has seguido y que en palabras de Ulpiano, el famoso jurista romano, son: “Honeste vivere, naeminem laedere et jus sum cique tribuere”; “Vivir honestamente, no dañar al otro y dar a cada quien lo que le corresponde”, esa es tu esencia, esa eres tú querida amiga.