Hoy se cumplen 500
años de la inauguración y terminación de la bóveda de la Capilla Sixtina por
parte de Michelangelo Buonarroti.
La Capilla Sixtina
está situada en el palacio del Vaticano, fue mandada construir por el papa y
mecenas Sixto IV en 1473. Su fama reside en la espléndida colección de frescos
que cubren sus paredes, entre los que destacan de forma especial, los pintados
por el gran maestro del renacimiento italiano: Miguel Ángel.
En su decoración
trabajaron algunos de los más prestigiosos artistas del renacimiento italiano.
Sandro Botticelli fue llamado en 1481 para realizar los frescos titulados Las
pruebas de Moisés, El castigo de los rebeldes y La tentación de Cristo. Doménico
Ghirlandaio pintó entre 1481 y 1482 la Vocación de san Pedro y de san Andrés.
En 1481 Perugino recibió el encargo de realizar una serie de frescos, entre los
que se encuentra la mejor obra de su primera época: Cristo entregando las
llaves a San Pedro. En 1482, Cosimo Rosselli viajó a Roma en compañía de su
discípulo, Piero di Cosimo, para trabajar en Capilla Sixtina. Pinturicchio
también intervino en la decoración de la estancia papal como ayudante de
Perugino.
En 1505, el papa
Julio II encargó a Miguel Ángel la decoración de la bóveda. Desde 1508 hasta
1512, el artista florentino plasmó algunas de las más exquisitas imágenes de
toda la historia del arte, entre las que sobresalen las nueve escenas del libro
del Génesis, comenzando por la Separación de la luz y las tinieblas y
prosiguiendo con Creación del Sol y la Luna, Creación de los árboles y de las
plantas, la Creación de Adán, Creación de Eva, El pecado original, El
sacrificio de Noé, El diluvio universal y, por último, La embriaguez de Noé.
Entre 1536 y 1541 pintó el fresco del Juicio Final, que decora el lienzo mural
situado tras el altar. A ambos lados de Cristo, situado en el centro de la
composición, están las almas que ascienden al cielo y los condenados que
descienden al infierno. Una década después, el papa Pío V encargó al pintor
Daniele da Volterra cubrir las desnudeces de las figuras de Miguel Ángel.
También trabajó en
la Capilla Sixtina Mateo Pérez de Alesio, que pintó entre 1573 y 1574 por
encargo del papa Gregorio XIII los frescos de la Historia de San Antonio.