Qué fácil resulta
escribir y opinar sobre los acontecimientos que se producen a diario y qué difícil
resulta hablar y escribir sobre las personas que queremos y admiramos, nos
resulta casi imposible, no somos capaces de resumir, en unas cuantas palabras,
lo que significan para nosotros, lo que has significado para todos los que, a
lo largo de tu vida profesional, te hemos conocido.
Hoy es tu primer
día de jubilada, con las fiestas de navidad posiblemente no notes nada
especial, todo es como siempre; pero cuando el martes ocho de enero, a las
nueve de la mañana, suene el timbre del colegio, entonces… notaremos tu
ausencia, echaremos de menos tus “buenos días”, tus idas y venidas por los
pasillos, tus “peleas” con el ordenador, tus acertadas opiniones, tus
inteligentes silencios, nos has dejado veintiséis años de vida profesional,
veintiséis años de buen hacer, siempre estabas ahí echando una mano, dando una
indicación, un acertado consejo, nada volverá a ser como antes para nosotros
los que hemos tenido el privilegio de conocerte y trabajar a tu lado, gracias
por todo maestra de maestros.
Qué difícil resulta
hablar y escribir de las personas que queremos y admiramos… por eso, porque nos faltan las palabras, hay que
recurrir al poeta:
“Di tibi, si qua
pios respectant numina, si quid
Usquam iustitiae est et mens sibi conscia
recti,
Praemia digna ferant”.
“Que los dioses, si los númeres velan por los piadosos, si en algún
lugar hay algo de justicia y conciencia del bien, te recompensen como mereces”.
“Eneida”, canto o libro I, versos
1603-1605. Publio Virgilio Marón.